Por fin estrenamos «Las Manos» en la Facultad de Filología de la UCM. Los trescientos espectadores premiaron con una ovación de las auténticas, durante casi seis minutos, al finalizar la función. Una ovación interrumpida sólo por el cántico de los actores como final apoteósico.
En siete momentos, en siete escenas, el espectáculo fue interrumpido por los aplausos. Confesamos que ver el Paraninfo lleno con todos los espectadores aplaudiendo en pie y escuchando “bravos” sinceros impresiona y, sobre todo, emociona. Nadie del equipo lo olvidará nunca.
Desde aquí os agradecemos el apoyo a cuantos estuvisteis presentes. Ese reconocimiento a nuestro trabajo compensó las muchas horas de preparación. Este espectáculo nos ha supuesto un gran esfuerzo técnico, artístico y económico como nunca hasta ahora habíamos abordado. Y todo ello porque nos gusta hacer teatro: no tenemos otra recompensa.
Disfrutamos en los ensayos. Creemos en el esfuerzo, en el trabajo y en la superación día a día. Lírica aparte, ya os iremos desvelando cosas… Ahora toca decir: ¡Gracias por estar ahí!
Finalmente, nuestro reconocimiento a las gentes de Mandayona, de Aragosa, de Mirabueno, de Jadraque, de Sigüenza, de Estepona, de Pamplona, de Turienzo Castañero, de Talamanca de Jarama, de Santa María de la Alameda, de Gijón, de Chinchón, de Sabiote, incluso de Madrid, ciudad a la que varios de nuestros abuelos inmigraron durante aquellos días que narra la obra, porque nos disteis vuestro consejo y aprobación al vestuario, a la ambientación, al acento rural, a las costumbres, a nuestras historias personales e, incluso, nos prestasteis objetos de los años 40 del siglo XX. Y gracias, especialmente, a los mayores que vivisteis aquella época y os emocionasteis reviviendo vuestra juventud.
Gran representación, se ve un duro trabajo detrás tanto actoral como de dirección.
¡¡Enhorabuena!! estoy deseando verla otra vez 🙂