Una gran ovación de más de cinco minutos al final de la representación culminó nuestro
viaje en Valdemorillo.
El salón de la Casa de Cultura Giralt Laporta estuvo lleno a pesar del partido de fútbol
que se transmitía por televisión a la misma hora de la función.
El público asistió con gran atención, risas en los instantes adecuados con Carlitos, Maldonado, Solís y don Ceferino, silencios impresionantes en los momentos dramáticos e interrupciones con grandes aplausos tras las escenas del cuplé de doña Julia Iniesta, con Juana, Rosita y don Arturo al piano, y del monólogo de Carlos Galván.
Nuestro director cerró la función con la dedicatoria de la obra de Fernán Gómez a los actores ambulantes que, como los de El Barracón, acuden a donde les dan cobijo para que
nunca muera: ¡Viva el Teatro!
Así da gusto viajar.
¡Gracias!