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EL BARRACÓN HACE BALANCE DE FIN DE AÑO Y COMIENZO DEL NUEVO 2020.

Tenemos muchas carencias; una de ellas la de no atender adecuadamente nuestras redes sociales. Os pedimos perdón por no estar a la altura de vuestra fidelidad de seguidores. Hacemos recuento… 

EL BARRACÓN PREMIADO EN ZORITA.

En la cacereña localidad de Zorita tuvimos nuestros últimos galardones de 2019 con La piedra oscura: Carlos consiguió el de mejor actor y el grupo logró el del Público y el de ganador del Certamen. Los trofeos, originales, acordes con la región y del jamón, posiblemente el mejor que hemos tomado nunca. Fueron unos días inolvidables y felices. ¡Ah! Oímos hablar el castúo. Gracias, Zorita, a los organizadores y a los espectadores, no sólo por sus votos sino por la acogida.

Con Juan Francisco Ciudad, alcalde de Zorita, y José Manuel Urbina, Primer Teniente-alcalde.
Juan Parejo, Concejal de Cultura y alma del certamen.
Trofeo ganador.
Maribel González, animadora cultural.

EL BARRACÓN EN QUINTANAR DE LA ORDEN.

La Biblioteca Pública Municipal Leer y soñar de Quintanar de la Orden, en Toledo, fue un insólito escenario para nuestro espectáculo Homenaje a García Lorca. Una de sus salas de lectura se transformó en un teatro donde las palabras de Federico se sintieron mejor que nunca: poemas, dramas, verso, prosa… Como colofón, quienes asistieron y quisieron recitar sus versos, lo hicieron… ¡Y qué bien lo hicieron! Una tarde emocionante que impresionó al público y, ¿por qué no reconocerlo?, a los actuantes también… y mucho. Fue una muestra de que cualquier lugar es bueno para la poesía. Un gran final de 2019 para El Barracón: un año histórico, trascendental, para el grupo reconocido con 57 distinciones.

La directora de la biblioteca, Manuela Sevilla, también interpretó a García Lorca.

Fin de semana completo

El Barracón Torrijos

Representar es lo que más gusta a los barraconeros y hacerlo en determinados lugares, aún más.

El Auditorio del palacio de Pedro I de Torrijos es un marco impresionante en el que “La piedra oscura” de Alberto Conejero lució con su emoción y la que sentían los intérpretes. Silencio educado y reverencial del público (no se oyó ni un habitual móvil despistado) que culminó con una gran ovación, mantenida, sincera, con público en pie.

Siguiendo nuestra costumbre, tras la función, los que intervenimos en el espectáculo hablamos con los asistentes. Gracias por lo que nos dijeron. Gracias, Torrijos.

Y seguimos…

Público en Torrijos

El Barracón con los trastos a otra parte

Felizmente sentiremos lo que debieron de sentir los antiguos cómicos con su “hoy aquí, mañana allí y después… allá”. Sí, sí, con más comodidad, con otro tipo de caballos, pero el espíritu, el mismo. Y sin tener que dormir a varias leguas del lugar.

El viernes 18 dormiremos (poco) en la cacereña localidad de Torrejoncillo donde haremos “La piedra oscura” dentro de su XXVII Certamen Nacional “Raúl Moreno Molero”. Un reencuentro feliz que esperamos con gran ilusión.

El sábado 19, madrugón para representar en el Centro Cultural de la Villa de Loeches (Madrid) “El señor Ibrahim y las flores del Corán”.

Y el domingo 20 terminamos la gira en el auditorio Joan Manuel Serrat de Algete (Madrid) con “La piedra oscura”.

Que las musas del teatro nos acompañen.

Torrejoncillo
Loeches
Algete

Gran éxito de El Barracón con «Las bicicletas son para el verano».

El histórico Paraninfo de Filosofía de la Complu se abarrotó: más de 400 espectadores llenaron el salón… y el vestíbulo… y el pasillo con una larga cola que se formó desde media hora antes de la representación. Una emisora, con música y locutor con aires de 1936, amenizaba la espera del público impaciente porque no se abría la puerta de entrada; no era un retraso: a las 7 de la tarde, en punto, aparecieron Pablo y Luis, los dos adolescentes amigos, que hacen el Prólogo de la obra ante la mirada y los oidos sorprendidos de los presentes; delante de ellos, sin trampa ni cartón:  «Aquí, en la Ciudad Universitaria, no puede haber una guerra».

Los 2 chavales entran en la sala y, tras ellos, el público que ya ha aplaudido la escena en el hall, y va llenando las butacas… y los bancos de arriba.

Sin maquillaje ni de fondo, sin arrugas pintadas, sin canas artificiales (la caracterización tratamos de hacerla con el cuerpo y la voz desde hace años) los actores en escena, sentados en 12 sillas; la escenografía preparada: metateatro. Físicamente no hay paredes ni puertas ni ventanas: sólo una cinta marca el suelo separando a los intérpretes del lugar donde se transformarán en personajes: una puesta en escena cercana a un eliptico montaje cinematográfico, con actores sin salir del escenario y cambiando de vestuario a la vista del público.

Espacio sonoro muy diferenciado: los sonidos de la radio salen por la radio, la banda sonora por donde es el ambiente y los disparos… alguno sale de donde debe salir: de donde están situados los «pacos»: es la guerra y un disparo podía surgir de improviso, asustar… incluso matar; los espectadores se asustan… como así debió suceder.
La iluminación ajusta el lugar, la época y la hora.

El paso del tiempo, los horrores de la guerra, marcan a los personajes y el ambiente.
Las proyecciones -pocas y breves- cubren los imprescindibles cambios escénicos realizados por los propios actores y, sobre todo, muestran el deterioro de la Ciudad Universitaria madrileña, concretamente del mismo edificio en el que se está representando… ¡los efectos de la guerra!

Los brigadistas internacionales van a la Universitaria cantando «La Varsoviana»: los espectadores ovacionan la escena…

Llegan los bombardeos: bombilla que se bambolea… esperanzas, presagios… muerte… hambre culpable, justificado y deseperado… la victoria… espectadores absolutamente en silencio impresionante… emoción en escena y en platea.

«Dios sabe cuando habrá otro verano»… abrazo entre Don Luis y Luisito (ya Luis tras casi 3 duros años): los aplausos estallan, la función continúa… La radio sigue iluminada, una rosa morada yace en el centro del escenario…

Fin.

Saludos.

Fotos de Fernando Fernán Gómez: una sonriente y otra, a la manera anarquista, agradeciendo la ovación.

Dedicatoria del espectáculo en el que hay un sueño: el de que en algún lugar Muñoz Seca y García Lorca, abrazados, sigan sin entender que las heridas de la última guerra civil española no estén cicatrizadas aún, de que todavía no haya llegado la paz… Paz por la que l@s barraconer@s representan sus espectáculos.¡No a la guerra!

Bravos. Los espectadores en pie. Emoción.

Para nosotros ha sido una representación histórica que no olvidaremos; esperamos que también lo sea para quienes estuvieron en el Paraninfo.

Gracias a tod@s.

¡Viva el Teatro Universitario!

Prólogo en el Hall